lunes, 12 de octubre de 2009

ANTECEDENTES DE SALUD EN EL TRABAJO

Las distintas formas de actividad humana, a la vez que ayudan a transformar al hombre de las cavernas en el científico y el técnico del siglo XX, representan a menudo un factor importante en la producción de accidentes y enfermedades, ocasionados por los materiales, herramientas y equipos empleados en el trabajo, o bien por los productos y subproductos que se elaboran. El hombre primitivo aprendió esto en la práctica: al principio, vio disminuida su capacidad productiva por los accidentes propios de la caza y la pesca; después al hacerse minero, metalúrgico y artesano padeció las primeras enfermedades producidas por su trabajo.

En algunas obras que de Hipócrates (siglo V a.C.) se conservan, se atribuyen referencias que podrían señalar los primeros tratamientos para enfermedades y accidentes relacionados con el trabajo, sobre todo en mineros y metalúrgicos expuestos al plomo.

Posteriormente Galeno, tres siglos después (Siglo II a. C.) hizo observaciones interesantes acerca de las enfermedades de los mineros, curtidores, bataneros, químicos y otros.

Plinio en los principios de nuestra era (Siglo I d. C.) describe algunos elementos de protección personal, como máscaras hechas con vejigas de animales, para evitar la inhalación de polvos de minium (plomo rojo), siendo este el primer esbozo de una medida de prevención de riesgos de trabajo que registra la historia de la salud en el trabajo.

En el siglo XIV Georgius Agrícola (1556) y Paracelso (1567) idean maquinas ventiladoras, velos para la cara, botas y guantes, estas acciones coadyuvan a la prevención de accidentes de trabajo y enfermedades de trabajo.

Más adelante el italiano Bernardino Ramazzini (1633-1714) es considerado el fundador de la medicina del trabajo, quien realizó estudios bastante precisos sobre epidemiología. Publicando en 1700 el primer libro sobre salud ocupacional, estudiando y describiendo las enfermedades que afectaban a los trabajadores de los numerosos oficios conocidos hasta ese entonces. Este médico, consciente de que su ciencia era eminentemente social señalo que “la medicina del trabajo no se estudia en los consultorios, sino en los lugares de trabajo” y con esta se debe contribuir al bienestar de los trabajadores y vigilar en la medida de lo posible, que estos cumplan sus obligaciones sin sufrir daño.

El aspecto preventivo de las enfermedades de trabajo fue abordado por Lehmann en 1884, al dar las bases para el control actual del ambiente industrial.

Fue una nueva estructura económico-social, el capitalismo industrial, la que crea nuevas formas de organización del trabajo. El siglo XVIII constituye una época de profundos e importantes cambios tecnológicos, que dieron nacimiento a la revolución industrial; la patente otorgada a james Watt en 1781, para una maquina de vapor de movimiento relatorio, y la invención en 1785 de un regulador automático de velocidad, usado aun en la actualidad permitieron al hombre, por primera vez, disponer de una fuente de energía controlable, barata y abundante, independizándolo de las que podríamos llamar naturales, como la energía cinética de las corrientes de agua y viento (difíciles de controlar), y de la energía del hombre y animales (de escaso rendimiento) . El éxito de la invención quedo demostrado al instalarse sólo en Inglaterra entre los años 1783 y 1800, unas 500 máquinas de vapor.

La organización de las primeras industrias determino nuevas condiciones de trabajo; en talleres oscuros y contaminados por el polvo, el homo, los gases y vapores producidos por los procesos de elaboración, se amontonaban hombres, mujeres y niños, en jornadas de 12 y más horas diarias. Los salarios alcanzaban apenas para adquirir los alimentos y ropa indispensables. Los accidentes y enfermedades de trabajo diezmaban a los grupos laborales, cuya posibilidad de vida apenas sobrepasa los 30 años; pero el incipiente desarrollo económico y la falta de especialización los hacia fácil de reemplazar. Como consecuencia de ello la medicina reconoció la aparición de enfermedades de antaño desconocidas y de una mayor frecuencia de padecimientos hasta entonces raros

La primera guerra mundial (1914-1918), con la introducción de numerosas sustancias químicas peligrosas y la necesidad de construir y reparar los armamentos, el vestuario y los alimentos que precisaban un ejército que se comenzaban a mecanizar, trajo como consecuencia que se le diera importancia especial a las fuerzas laborales que, aunque alejadas de los frentes de batalla, podrían significar un aporte decisivo a la victoria o la derrota. Se comenzaron a desarrollar los primeros intentos científicos de proteger a los trabajadores, se analizaron las enfermedades que aquejaban, se estudiaron las condiciones ambientales y se reviso la distribución y diseño de la maquinaria y del equipo, con el objeto de prevenir y evitar los accidentes y enfermedades de trabajo y las incapacidades consecuentes.

Este movimiento continuó en la época comprendida entre las dos guerras mundiales, obteniendo su mayor auge en el transcurso de la segunda. Los conflictos causadas por las anteriores dio como resultado el origen del sindicalismo, que velaba por el respeto a los derechos de salud del trabajador.

Es en el siglo XIX que se ven reflejados los avances en materia de salud laboral con la regulación en la normatividad en salud laboral. Y en el siglo XX con la introducción de programas de prevención de riesgos laborales y de promoción a la salud de los trabajadores.

En Latinoamérica, los movimientos sociales iniciados alrededor de los años 20 hicieron surgir los primero intentos de protección a los trabajadores, aunque con anterioridad ya existían en diversos países algunas disposiciones al respecto, generalmente con pocas bases técnicas. A partir de 1947, los programas de apoyo norteamericano impulsan en la creación de servicios de salud ocupacional en: Perú, Chile, Bolivia, Colombia y Venezuela. Entre los acontecimientos que destacan se funda el Instituto de salud Ocupacional en Perú y en junio de 1963 la organización del Instituto de Higiene del trabajo y contaminación atmosférica de Chile.

Respecto a los antecedentes conocidos en México, en la época de la colonia durante el reinado de Carlos II se crea una legislación de previsión social en la que se contempla:

· Pago de un salario mínimo ( en dinero o en especie)

· No se permitiría llevar a trabajar a hombres de tierra caliente a fría y viceversa

· En caso de enfermar tenían derecho a recibir atención y medicamentos

· Por accidentes de trabajo deberían seguir percibiendo la mitad de su salario hasta su recuperación

· Para los mineros en caso de fallecer por accidente de trabajo, se daba dinero a los familiares

Las medidas descritas se pierden durante la época de la independencia, sin embargo a principios del siglo XX surge nuevamente el interés por legislar accidentes de trabajo.

En 1917 la constitución política de los Estados Unidos Mexicanos establece en su articulo 123 las responsabilidades de la empresa con el trabajador. En 1930 en el periodo presidencial de Emilio Portes Gil se crea y federaliza la Ley Federal de Trabajo.

El Dr. Jorge Fernández Osorio es considerado el pionero de la medicina del trabajo y de la salud en el trabajo en México. Por su maestría en medicina industrial realizada en Estados Unidos; en 1968 crea la especialidad de Medicina del Trabajo, en el IMSS, que hasta la fecha sigue vigente.

Actualmente esta ciencia ha evolucionado y hoy se conoce como salud en el trabajo, la cual requiere de interdisciplinariedad para diagnosticar, prevenir y controlar factores de riesgo y la repercusión en la salud del trabajador.


3 comentarios:

  1. Excelente informacion muy completa.

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  2. Excelente informacion muy completa.

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  3. Muy buen artículo, pero te hacen falta tus fuentes de información. ¡Muy importantes!

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